¡Atención con esta plaga! Los verdaderos creyentes son totalmente inmunes a ella, pero los que corren peligro de infección son los inconversos. Se propaga exponencialmente y la principal causa de contagio es la falta de sana doctrina en las iglesias. Si su pastor predica cosas antibíblicas puede ser que ya esté infectado.
Pero queremos dar tranquilidad a toda la sociedad: la cura la encontraron hace casi 2000 años y es el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, arrepiéntanse de sus pecados, depositen toda su confianza en el Hijo de Dios y Él les dará Vida Eterna.
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